
Cual conjuro inesperado me hechizaste
con la magia maliciosa del pecado;
candente como hoguera que a mi vientre
desangrara en clamor desesperado.
De colores el futuro habías pintado
y mil flores a mi paso me ofreciste;
disfraces de ilusión que habías armado
y ese juego de amor que me envolviste.
De tu embrujo aún seduce la aventura
a este herido corazón embelesado
que derrama veleidades de dulzura.
Alebrije, sueño del amor no consumado
y encanto que en el alma aún perdura
del que aún, aún me siento enamorado.
Luis Alfonso Villalobos Guerrero.
Enero 19 de 2011.