1
La vida, para empezar,
queramos o no se acaba.
Quien nace su tumba cava.
No hay por ello que llorar.
2
La memoria del olvido,
tras recordarse a sí misma,
se perdió en su propio cisma
como un recuerdo fallido.
3
En la rosa de los vientos
se encontró con el jazmín
del sueño niño y sin fin
de sus locos pensamientos.
4
Nadie olvide que vivir
tiene sentido al cantar;
cantemos igual que el mar,
que canta, incluso, al gemir.
5
Por suave que sea la alfombra
y edulcoradas las mieles,
tarde o temprano habrá hieles.
La luz da paso a la sombra.
6
Oye bien lo que te digo
con la mayor atención:
Llega siempre la traición
enmascarada de amigo.
7
Que los golpes de la vida
nos sirvan para entender
que el verdadero poder
no está en manos del suicida.
8
Hagamos del sufrimiento
un motivo de alegría
haciendo de la poesía
nuestro diario alimento.
9
Imagina la mentira
que su astucia y su maldad
pueden burlar la verdad.
Todo embustero delira.
10
Olvídense del rencor
y dejen de renegar
los que quieran cultivar
el geranio del amor.
Juan Cervera Sanchís
México D. F., 10 mayo 2010