28 de Diciembre, 2010El vino
Por Luis Alfonso Villalobos Guerrero - 28 de Diciembre, 2010, 23:51, Categoría: VERSOS LIBRES
Siempre
ausente, lejano e irreverente
Permalink
~ Comentar
| Referencias (1)
Etiquetas: poesia, LETRAS, LITERATURA, vino, vino, luis alfonso villalobos guerrero, Chobojos, cultura
Nacimiento, Belén, con la Virgen María embarazada
Por Alonso Marroquín Ibarra - 28 de Diciembre, 2010, 23:40, Categoría: ARTESANIAS MEXICANAS
Nacimiento, Belén, con la Virgen María embarazada. Toma 1 Nacimiento, Belén, con la Virgen María embarazada. Toma 2 Fotografías: Alonso Marroquín Ibarra
Permalink
~ Comentar
| Referencias (1)
Etiquetas: Virgen María, embarazada, fotografia, FOTO, nacimiento, belén, alonso marroquin ibarra, Chobojos, pictures
Amanecer de Reyes
Por Juan Cervera Sanchís - 28 de Diciembre, 2010, 23:18, Categoría: CUENTOS Y MICROCUENTOS
Por Juan Cervera Sanchís
Él quería seguir creyendo en los Reyes Magos. A sus diez años sabía ya de sobra que éstos no existían, pero... pues, ¿por qué no creer en los milagros? Benito se fue a la cama con la imaginación rebosante de sueños. Había visto una película en la TV donde sucedían hechos maravillosos. Él sabía que en las películas se daban por hechos lo que en la realidad eran puras fantasías. Aquella noche...En fin, que se metió en la cama queriendo de creer que al amanecer tendría junto a sí la bicicleta que tanto deseaba. Benito vivía con su madre, su abuela y dos hermanitas pequeñas en un estrecho y feo cuarto de azotea en la colonia Guerrero de la ciudad de México. Ignoraba por completo quien había sido su padre, si vivía o ya estaba muerto. Del padre jamás se hablaba allí. Una vez que se puso impertinente haciendo preguntas sobre el particular, su madre le gritó: -Niño, cierra el hocico y no hagas preguntas pendejas-. Y tras decirle esto le soltó un manotazo en plena boca. Desde entonces, Benito, ya no volvió jamás a preguntar por su progenitor. Los niños, que son terriblemente sinceros, en la calle, cuando se enojaban con él no lo bajaban de "hijo de puta". Él no acababa de entender muy bien lo que le significa aquello de "hijo de puta", pero sentía que era algo insultante. Él sabía que su madre trabaja hasta altas horas de la noche en el Jardín de San Fernando, ahí a la salida del Metro Hidalgo. Algunas veces no retornaba al cuartucho en toda la noche. En varias ocasiones llegó golpeada y mentando madres y diciéndole a la abuela: -Es que me tocó un gran cabrón. Ojalá se pudra el maldito. -¿Y si quiera te pagó? - preguntaba la abuela. -No chingues, mamá, ¿cómo crees?. ¿Acaso no estás viendo como vengo? Benito recordaba conversaciones como éstas y pensaba: "Cuando sea grande buscaré a esos hijos de la chingada y vengaré a mi madre". Aquella noche, cuando se fue a la cama, su madre no había llegado, lo que era muy natural para él. Benito soñó y soñó con su bicicleta, que había visto en el escaparate de en una tienda del Centro Histórico. En el fondo de su corazón sabía que los Reyes Magos no existían, que era un cuento más de tantos como los mayores les cuentan a los niños. Ya su madre, el año anterior, por esas mismas fechas, la víspera de Reyes, en que llegó de su trabajo encabronadísima, le dijo: -Hijo, me ha ido de la puta madre estos días, de manera que este año no hay Reyes. Benito entendió que los Reyes Magos no eran más que la realidad de su madre, quien platicando con su abuela le comentó: -Con el miedo al SIDA la gente coge menos y este negocio cada vez está peor. Benito recordaba todo aquello sin entender muy bien nada de nada y así se quedó profundamente dormido. Apenas amanecía cuando despertó sobresaltado. Oyó ruido y a su madre que cantaba. Seguro que venía embriagada. Los despertó a todos. Su hermanitas comenzaron a llorar, pero su madre les gritó: -No lloren cabronas, que les traigo unas muñecas y unas bolsas de dulces. Y tú, Benito, aquí tienes tu bicicleta. Yo sabía que querías una bici, ¿no? Benito saltó de la cama y vio y acarició la bicicleta. No podía creer que todo aquello fuera realidad. Dudó de ella y se dijo para sí: -Debo estar soñando, ¿no? Su madre estaba feliz a rabiar y le decía a la abuela: -Mamá, tú también tienes tus Reyes. Aquí tienes este vestido y unos zapatos. La abuela estaba feliz, y decía: -¿Tan bien te fue, hija? -Sí, muy bien, me bailé en Garibaldi a un gringo que me pagó en dólares. Espero que no sea transmisor del SIDA, ¡Ay, qué miedo!, porque me cogió sin condón. Espero en Dios que no me pase nada. La felicidad, por lo pronto, reinaba en aquel cuartucho de azotea, donde todo era presente y el futuro no parecía importarle a nadie. Benito sentía que jamás olvidaría, mientras viviera, aquel amanecer de Reyes
Permalink
~ Comentar
| Referencias (1)
Etiquetas: Día de Reyes, amanecer, puta, NIÑO, FANTASIA, REALIDAD, Chobojos, juan cervera sanchis, cuento, LETRAS
Rodrigo Gamio, el poeta perdido (Homenaje sentimental)
Por Juan Cervera Sanchís - 28 de Diciembre, 2010, 22:57, Categoría: LETRAS Y GARABATOS
![]() ![]() Allá, durante los primeros años del siglo XX, hubo un poeta de cuyo nombre, al menos yo, no quisiera olvidarme. Vivió este poeta en la ciudad de México y hay testimonios de que escribió bellos y fluidos sonetos. Dejó esta vida, o mejor dicho, se la quitaron, a muy temprana edad. No contaba más allá de veinticinco años cuando los hados siniestros le salieron al paso y, de un certero navajazo, le partieron el corazón en dos, desangrándose en plena calle. Aquel poeta tenía nombre y amigos. Era, además de poeta, periodista. Su trágico e inesperado fin fue noticia. Dolorosa noticia. Una pluma amiga escribiría: Rodrigo Gamio se fue de entre nosotros cuando nadie lo esperaba. Sorprendióle una puñalada de pícaro de la muerte en plena juventud." Su circunstancial asesino no dejó ni rostro ni nombre. Julio Manuel Vicente Sesto, el periodista español (1879-1960), que dejara en México su huella en un recuento estremecedor y sentido de artistas desgraciados, recogidos en un libro titulado: "La bohemia de la muerte –Biografía y anecdotario pintoresco de cien mexicanos célebres en el arte, muertos en la pobreza y el abandono.", editado por El Libro Español, ciudad de México, 1929, relata lo siguiente al referirse a Rodrigo Gamio: "Era de la carpanta de El Imparcial, de los de mi tiempo y de Adolfo Méndez, Rivera de la Torre, "Chano", Pedro Malabear..." Nombres, subrayo yo, que hoy no nos dicen nada, pero que fueron célebres y admirados en el periodismo mexicano de su tiempo. A lo ya dicho añadiría Sesto: "Grupo capitaneado por el doctor Lara Pardo." Esto nos orienta respecto al tiempo en que vivió Rodrigo Gamio, dado que el doctor Luis Lara Pardo, médico cirujano y periodista de gran renombre en el México que le tocó vivir, fue jefe de redacción de El Imparcial durante el primer lustro del siglo XX y, a partir, de 1906, dirigió El Mundo Ilustrado. Rodrigo Gamio por aquellas fechas y bajo la tutela del brillante y prestigiado doctor Lara Pardo, era ya un joven periodista y poeta muy leído. La verdad sea dicha, no cualquiera entonces podía darse el lujo de pertenecer a la exigente y prestigiosa redacción de El Imparcial. A más de sus artículos, Gamio, publicaba en las páginas de El Imparcial sus excelentes sonetos. En aquellos tiempos los periódicos estaban abiertos, con recuadros muy leídos, a la poesía. Los lectores seguían y admiraban al joven Gamio. De sus sonetos se dijo: "Están vestidos de púrpura y elegancia y confirman una maestría consumada en tan joven bardo". Se elogiaba también de Rodrigo Gamio, en mitad de aquella bohemia desarrapada, "el buen gusto de ser siempre acicalado cuando tantos creen que el periodismo y la poesía es ir luciendo lámparas en las solapas y la camisa y, para mayor desfachatez, en la corbata". Abundando en este pormenor de la pulcritud de Gamio se escribió: "Resulta un muchacho agradable y de buen estilo y no de aquellos que huelen mal desde lejos, cuantimás de cerca. Rodrigo Gamio se deja leer y ver y se platica con él sin sufrir agresiones al olfato, cosa que no se puede decir de oros poetas de hoy." Sí, se elogió de Gamio sus buenas disposiciones como periodista y como poeta y su higiénica afición por el jabón y el agua, dado que esto último, entre no pocos hombres de su tiempo, consagrados a las letras, era más bien una rareza. Su violenta y súbita muerte dolió en el alma a sus amigos y lectores. Desafortunadamente sus sonetos no llegaron a recogerse en libro, aunque algunos de ellos sobreviven al paso del tiempo en las hojas amarillas de las colecciones de El Imparcial que, aún todavía, se niegan a morir en hemerotecas y bibliotecas particulares muy selectas. Pensando en Rodrigo Gamio, nosotros, a nuestra manera, queremos aquí y ahora rendirle un sencillo y sentido homenaje con un soneto de nuestra autoría. Éste: ME MORIRÉ SIN MÁS UN POBRE DÍA
Y HABITARÉ POR SIEMPRE EN EL OLVIDO CON MI VERSO DE AYER, HOY DESVALIDO Y REDUCIDO A TINTA SECA Y FRÍA. NADIE SABRÁ QUIÉN FUI NI COMO ARDÍA FRENTE AL PAPEL MI PULSO TRASCENDIDO CUANDO MI CORAZÓN ENFEBRECIDO POR LA SED DE MI PLUMA SE EXPANDÍA. ME MORIRÉ, SONETO ENAMORADO, EN EL PAPEL ANCIANO Y YA SIN BRILLO, COMO UN ECO TRISTÍSIMO DE TOSES. DESCANSARÉ POR FIN DE ESTAR CANSADO Y SERÉ VERSO INÚTIL Y AMARILLO EN LAS HUELLAS QUE DEJAN LOS ADIOSES. Rodrigo Gamio, hoy, aquí y ahora, frente a tus ojos, lector amigo, y contra el olvido y la indiferencia de la desmemoria, gracias a los testimonios de los custodios de nuestra tradición literaria y periodística, tú y yo sentimos que de ninguna manera murió del todo al recibir aquella mortal puñalada, que le partió el corazón en dos y lo dejó desangrado en mitad de la calle, para horror de sus amigos y familiares, y aquellos sus lectores, que lo buscaban en las páginas de El Imparcial, donde dejó lo mejor de sí mismo en prosa y verso.
Permalink
~ Comentar
| Referencias (2)
Etiquetas: rodrigo gamio, juan cervera sanchis, poeta, bohemio, MUERTO, asesinado, Chobojos, Mexico, asesinato
|
Calendario
Baja gratis el PDF de:![]() Secciones
Archivos
Sindicación RSSCHOBOJOSSitios Amigos |