Iba vestida
de negro
y era negra su mirada,
su pelo era largo y negro
y de negro rebrillaba.
En su perfil de tragedia
la tristeza se enredaba
y un infinito de espinas
sus sienes ensangrentaba.
Caminaba como ausente
e inmensamente cansada,
como quien carga el dolor
del mundo -¡todo!- en su espalda.
Iba por la calle, sola
y como loca. Descalza.
Iba vestida de negro
la seguiriya gitana.
Juan Cervera Sanchís
México D. F.,
2010