15 - Disfraces estrafalarios
Llego a casa, a este lugar en donde habito, y me está esperando un muchacho con una pizza en la mano. Noto su burla al verme vestido estrafalariamente. Quizá a mí me da más risa el gorro de pato que le obligan a ponerse en su empleo. Pero nos limitamos al intercambio comercial. Nuestras respectivas patologías son asuntos privados. Le doy buena propina. Él sale volando, a su manera, acelerando su motocicleta.
Continuará...
Las entregas de Eya se publican en esta sección los días domingos y miércoles
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