12 - Disfraz cotidiano
Mientras subo la escalera, oigo repiquetear el teléfono. Al llegar, el aparato ha enmudecido. Me instalo mi nueva adquisición. Me veo bien de vampiro. Nomás me faltan los colmillos. Aunque viéndolo mejor, no los tengo tan cortos. Es mas, para ser humano, están grandes los que tengo. Me gustaría salir a la calle vestido así, pero desgraciadamente se acerca la hora de ir a trabajar y tengo que arroparme con mi disfraz cotidiano: un uniforme de soldado romano..
Continuará...
Las entregas de Eya se publican en esta sección los días domingos y miércoles