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En nuestro querido México, el verbo chingar es uno de los más ricos, tanto en sus derivaciones como en su uso. Aun el más pintado de los varones, aquel que se siente bordado a mano y que presume de "hablar correctamente", más temprano que tarde, soltará la conjugación o una de las tantas palabras relacionadas con este singular y extraordinario verbo: chingar.
Así pues, aunque el tema es en verdad extenso, nos cae de perlas esta colaboración enviada por Jorge Alberto Plascencia Tapia, Catani. Ha sido él quien recopiló las siguientes cuartetas de Felipe Matías Romero, que tienen el mérito evidente de la sencillez y la precisión. Como en la tradición de las canciones copleras, estos versos pueden cantarse con el mismo sabor.
Chobojo Master
De Felipe Matías Romero
Dizque del verbo ¡chingar!
es descendiente directa
¿En qué grado familiar?
Tal vez su hija, o su nieta.
Lo que sí sé con certeza
su lugar de nacimiento:
pues nació en Sotavento
allá en Tuxtepec, Oaxaca.
Y se ha hecho tan famosa
que se oye por todo México
pues de manera exitosa
enriqueció nuestro léxico.
Del habitante cuenqueño
es alimento del día
y en voz de los lugareños
ya no suena a picardía
Pues con ella engalanamos
nuestro lenguaje sin par,
así el ingenio aguzamos
y empezamos a ...¡chingar!
El que es bueno es un ¡chingón!
así está clasificado.
El que es malo sin razón
es un vil ¡rechingado!.
Excelente es: ¡chingonazo!
Las tonterías son ¡chinguetas!
Un golpe es un: ¡chingadazo!
¡chinga y chinga! es cantaleta.
¡Chingonería! y ¡chingonada!
es algo de lo mejor.
Si nos lleva la ¡chingada!
Es cuando nos va peor.
Si diste...pues ya ¡chingaste!
pues el que pega: ¡chingó!
Pero si acaso perdiste
te ¡chingaron! ¡sea por Dios!
Que mi verso es ¡chingolón!
¡carambas! qué más quisiera
me llegó la inspiración
y escribí éstas ¡chingaderas!
La ¡chingada! ¡qué desmadre!
cuando hay enojo o rencilla
es la forma más sencilla
de "homenajear" a la madre.