Por Leonel Puente
7 - Concesiones inconcebibles
Ella disfrutó mi cuerpo; yo le dije que también había disfrutado del suyo; pero esto es sólo palabrería (al menos de mi parte): yo casi no puedo sentir mi organismo, mucho menos podría sentir el que ella tiene. Debí ser sincero y confesarle que soy nada más la sombra de lo que fui (y ya ni siquiera eso), pero uno es capaz de hacer concesiones inconcebibles con tal de evadir la soledad aunque sea por unos instantes. Y, no obstante, nada se gana: uno se sigue sintiendo aislado aunque esté introducido en otro cuerpo.
Continuará...
Las entregas de Eya se publican en esta sección los días domingos y miércoles