Por Jackeline Cendejas Wusterhaus

El beso
Klimt
Todos pueden jurar amor eterno.
Pocos podemos cumplir con la promesa
He llegado a amar con el alma y el corazón a una persona que ocupa el espacio más importante de mi vida. Y le ofrezco la vida misma, amarle por siempre sin importar las circunstancias.
Cuando alguien se enamora, enfrenta todo junto al otro, y piensa que ese amor durará por siempre.
Los verdaderos enamorados viven eternamente amándose, viviendo todo, juntos.
En su paradoja, el amor persiste hasta el día en que, simplemente al despertar por la mañana la pareja se da cuenta de que ya no puede amar.
Que después de tantos años ya no encuentra ese sentimiento, llegando el momento de ver a la persona que tanto se amó irse lentamente.
Dos pueden durar juntos por siempre; sin embargo, cada noche, al dormir, sin palabras, se darán cuenta que ya no hay nada, y al despertar, por la mañana, se mirarán y recordarán aquello que alguna vez existió entre los dos.
Al terminar todo, algunos dirán: Jamás olvides que te amé.
Otros, al contrario, dirán: Te odio.
Las preguntas son, en este caso:
¿Cuándo se acabó el amor? o ¿jamás existió?
13 de noviembre de 2007