La verdolaga
La verdolaga, ¡ay!, la verdolaga
me reverdece el corazón de vida,
y late verdolaga trascendida
mi corazón de verde verdolaga.
La verdolaga verde verdolaga;
la verdolaga hierba en sed de vida,
que verdea lo verde, trascendida
de verdes ilusiones verdolaga.
Desde la viva tierra de la huerta
y el hortelano amante que la cuida,
la verdolaga es hierba enamorada.
Hierba de amor que el agua de la huerta,
con diáfano amor amante cuida
regándola de vida enamorada.
Juan Cervera Sanchís