¿Por qué les extraña que mate, que me drogue, que no considere valor alguno para la vida humana? No es que no tenga buenos sentimientos, quiero mucho a Furry, mi perro. El también es muy cariñoso conmigo.
¿Por qué tengo que soportar a esos imbéciles que tengo por maestros, qué rayos me importa o de qué me sirve conocer sobre las culturas antiguas, o sobre unos mugrosos que viven al sur de nuestro país? Es mejor la televisión, tenemos superhéroes, noticias detalladas de nuestras hazañas militares. No me importa confesar que me gusta cómo se ven las explosiones y cómo los terroristas mueren y vuelan en pedacitos… son malos, muy malos… Además hay programas muy divertidos, de concursos insólitos, muy graciosos, las vacaciones de los spring breakers, las series de policía, los mundos underground y los fantásticos dibujos animados anti padres de familia y anti todo, donde me identifico plenamente, como si fuera yo un funny garbage boy… Creo que todos los americanos lo somos de una u otra forma. Eso es bueno, la televisión es algo muy bueno. Si, claro que sí.
¿Me hablan a mí de ética, de valores, de cumplir la ley, de las bondades del sistema, de las enmiendas? Son puras falacias, mentiras de a libra. Aquí no hay valores, a no ser que ir a ver un espectáculo de cherry nude sea un gran valor. No. Nuestros valores están bien fincados en la pornografía, que está en todas partes, en la marihuana que se consume en todos los niveles, en nuestros hombres de color que desde pequeños matan y venden drogas, en nuestros hombres blancos que hacen bien en no querer a los afroamericanos o a los greasers, en nuestras prostitutas que hacen en video y en vivo todo lo inimaginable, en nuestras compañeras adolescentes que también lo hacen, en los desviados, en los degenerados, en los consumidores de sexo especializado como las películas snuf, en la diversión de galones de alcohol y cocaína, morfina, éxtasis, crack y todo lo habido y por haber, sean pastillas azules moradas, hongos, yerbas.
Nuestros valores y nuestra fuerza son las pandillas, las armas, el rigor y el abuso. Si me dices cualquier cosa, ¡Fuck you!, si no me gusta, ¡Fuck!, si me hiciste algo ¡Fuck You!, si no te considero… ¡ass hole! o piece of shit. No lo digo yo, no lo invento, ve cualquiera de nuestros filmes para niños adolescentes o adultos y ese es nuestro modo de expresión. Ah, claro que si las palabras no sirven para arreglar las cosas, entonces… entonces… ja, ja, ja, ja… BANG.
Son mejores las discotecas, ahí bailas, bebes, te untas y te juntas con las mujeres, se trepan también mujeres con mujeres, hombres con hombres, se ayuntan todos uno a uno, uno a muchos o muchos a muchos… hasta el hartazgo. Todo eso es legal, está permitido en mi país. ¿Ética, valores, moral? Insisto: prefiero a mi perro.
¿Por qué no me dejan hacer mi vida, luchando contra los que se oponen a mi manera de pensar? ¿No somos acaso un país libre? Déjemne vivir como me han enseñado. Furry, ven, toma… eso perrito bonito…
Me hablan de ir al psicólogo… ¿Psicólogo? No lo necesito. Yo no estuve en Vietnam, eran otras épocas y los que fueron a esa guerra si lo necesitaban. El Psic no es para mí. Yo estoy preparado para vivir y enfrentar al mundo entero de ser necesario. Yo sí sé donde estoy y de qué estoy hecho. Nos han enseñado a ser heroicos al sacrificio y a la lucha, a ser vencedores, a aplastar a nuestros enemigos.
Los maestros me han hecho la vida imposible, igual que muchos alumnos hipócritas, con sus caras de entupidos sabelotodos, que se les unen en coro, como si fueran monaguillos siguiendo a un sacerdote impoluto. Ya les enseñaré quien soy yo.
Quisiera platicarles más, pero ya no tengo tiempo. Tengo algunas ideas rondándome la cabeza y por si fuera poco, el calor aquí está insoportable. Me siento como un helado derritiéndose al medio día en pleno desierto de Nevada.
Puedo adelantar que un día de estos iré con Will, el de la armería, compraré algunas cosillas. Entonces… ya sabrán de mí. Sabrán perfectamente quien soy. Y los que me han molestado… ¡Todos serán historia! A ver quien los estudia después. Los de CSI (Crime Scene Investigation), tal vez.
Alonso Marroquín Ibarra
año 2007 y corriendo
En ese país 200 millones de armas están en manos de particulares