100 días en un trabajo, equivalen a los 3 meses de prueba, para ver si el contratado cumple o no las expectativas de la empresa. Si no sirve, se launto, viene otro candidato; si los resultados son los esperados, el empleado se queda. Los recursos con que cuenta el observado en esos 100 días, son sus conocimientos y habilidades, su capacidad de integración y asimilación de la problemática, del ámbito empresarial y su capacidad para dar resultados. El contratante pone en sus manos los recursos humanos y materiales que le corresponden y lo califica.
Conclusión: Te contrato a prueba. Si sirves, te quedas; si no sirves, te vas.
En un negocio que se emprende, los primeros 100 días, indicarán si la cosa funciona a o no. Si los resultados son negativos, las ventas no son las deseadas, la clientela no aparece en cantidad suficiente, hay demasiados asaltos y la inseguridad prevalece, hay que pensar en bajar la cortina y evitar las pérdidas inminentes. En caso contrario, se reinvierte, se amplían los horarios de atención, se piensa en una cobertura mayor, surtir más mercancía o ampliar los servicios… El negocio crece.
Conclusión: Invierto en un negocio. Si jala, le sigo y crezco; si no, lo cierro.
En un país los primeros 100 días de gobierno… Bueno, ahí la cosa cambia. No hay gobierno que no se lance en desfile esplendoroso para gritar rebosante de júbilo, a los cuatro vientos, sus logros y aciertos.
La televisión y la radio transmiten un torrente imparable de propaganda, elaborada meticulosamente, para que con bombos platillos, confeti de colores, serpentinas y todo tipo de efectos suntuosos, se conozcan y celebren los grandes éxitos que han sido alcanzados en tan breve plazo, por los seres grandiosos que integran la presidencia y su gabinete –al mencionar las serpentinas y todo eso, este Master habla en sentido figurado y se refiere a la cantidad superlativa de elogios y autoelogios que se despliegan por todas partes, pachangas y celebraciones incluidas-.
Nuestro país es más seguro. Casi, casi, es otro. Del uno, de primera, ¿eh?
He acabado impunemente con la impunidad
Le estoy poniendo en la suya al narcotráfico y no me voy a rajar
Ando encarrerado ayudando a los pobres.
He invertido como nunca en las fuerzas armadas que tanto se lo merecían.
El seguro popular ya alcanzó a todos. Nadie quedó sin cobertura.
Desde que llegué, nuestro país ya es un país ganador, exitoso, lleno de esplendor y maravillas como nunca lo había sido. Fácil llegaremos a ser la cuarta economía mundial. Chance y hasta la primera. Todo gracias a mí.
Se han alcanzado cifras históricas en lo que concierne al empleo. Nuncamente, jamásmente, como hoy, se ha generado tanta chamba. Y en los últimos 15 días, se han abierto… Ya casi acabo con el desempleo.
En política exterior, ya nos hablamos de tú a tú con el más grandote. Y no es que él quiera… aquí sólo mis chicharrones truenan. Faltaba más, sobraba menos.
Mi gobierno hizo ya, alcancé, sigo, resolví, erradiqué, fundé, aseguré, terminé de terminar, sobrepasé, propuse leyes que se aprobaron patrióticamente… Voy por más, voy por todo. Échenme toritos que todos los capoteo. Así soy yo: bien "chipocle".
Me van a sobrar años del sexenio (o cuatrienio) porque voy muy rápido… Échenme trompos a la uña, yo los bailo todos.
Yo quiero que vean que, hasta estando chimuelo, masco clavos; que estando cojo, soy equilibrista de los chidos; que ciego, leo las mentes y que estando manco hago malabares mejor que cualquier cirquero.
Así es, chobojos, en los primeros 100 días, el gobernante que llegó, habla de la solución de problemas ancestrales que antes nadie pudo resolver y que de un plumazo, gracias a él, quedan afinados, lisitos como mejillas de princesa. El futuro es radiante. Todo es una celebración, hecha por los medios y con los recursos que el gobierno pone a su disposición.
La maldita realidad, esa que vive necia y arraigada en Chobojotlán, es la única que dice otra cosa.
Conclusión: Te elegimos. Si sirves, la población reconocerá tus logros y te recordará con cariño (de esos casi no hay); si no sirves… Ya nos cargó la rechin…tola por otros 6 o 4 años, según el período de gobierno (de estos hay un buti) y nadie, desgraciadamente, hasta hoy, te puede quitar.
Sintiéndome como en el paraíso: Chobojo Master