
XXI
Los chopos blancos
grababan en sus troncos
nombres de pájaros.
XXII
Mira la garza
dibujada en sus ojos
la sed del agua.
XXIII
EL crisantemo
refleja en el estanque
su sed de cielo.
XXIV
Viviente esquife
sobre el lago dejaba
su estela el cisne.
XXV
Se endulza el mundo
beso a beso en los labios
de los amantes.
XXVI
Son los amantes
inmortal levadura.,
sal de la tierra.
XXVII
Entre las sombras
los amantes desnudos
son luz inversa.
XXVIII
El fruto arquea
con su azúcar la rama
de la morera.
XXIX
Se asoma al pozo
la niña provinciana
por ver su rostro.
XXX
Guadalquivir.
Es más que una palabra.
Aún más que un río.