
¿Si pudiera contenerlas?
Si a las notas que ofenden,
esas que no mueren
aunque se grite en su presencia
y se cuestione su esencia.
¿Si pudiera detener su grandeza?
¿Si botaran los instrumentos alientos
los instrumentos cuerdas
las percusiones
y los alientos maderas?
Cuántos crecendos soberbios
Cuántos largos de sueño, siempre pedantes
queriendo entrar hasta en los perros.
Y cuántos detrás de ellos
con pautas y atriles
equipos de frecuencia y sellos
Y cuántos más
con su dinero
con sus círculos selectos
con su equipo hi-fi, estéreo
Y cuántos que viven sin conocerlos
con sus manos y adeudos
con unos pocos metros
de hierbas
de lechugas
de maíz
de frijol
de… alimento
¡Cuántos!
Cuántos con sus ruidos parejos de metal
de madera
de concreto
Cuantos sin saber de los prestísimos
los lentos
los piano fortes
los alegretos
Cuántos sin sinfonías
sonatas
fugas
óperas
conciertos
Cuántos sin barroco
romántico
clásico
moderno
¡Cuántos!
¿Si pudiera detener esas notas?
No se darían cuenta…
¿Cuántos?
Alonso Marroquín Ibarra