
El título alterno que Rodrigo Alonso M P (Ruy Amp) da a este dibujo es "Partes de mí". El rostro y las manos son las ventanas esenciales de la expresión humana: son los transmisores que nos permiten comunicar. En los ojos y en la piel tenemos los receptores que nos permiten captar las señales que los demás nos envían.
La lectura que podemos hacer del rostro y las manos de quien se nos pone enfrente –amigos, familiares, la novia, el cajero del supermercado, todos–, puede ser muchas veces equivocada. ¿Qué es lo que nos dice su propietario? Acaso nos cuenta historias, gesticula y con ello viste sus sentimientos, pero… ¿eso es cierto? ¿es verdad lo que nos manda?
Con el rostro y las manos, con el cuerpo todo, decimos la verdad o mentimos, manipulamos o sacamos la franqueza más pura. También nos volvemos diestros buscando un efecto en los demás y hasta con las mentiras piadosas, falseamos el mensaje real de lo que tenemos dentro. Así nuestro rostro también es nuestra máscara y las manos, en cuanto mienten, miembros amputados de la verdad.
Hablar en plural o en tercera persona, es una forma que nos impide muchas veces asumir íntegramente un mensaje. Así pues, este Master propone leer el texto siguiente, tal como está escrito, asumiendo lo que dice. Este es un acto de catarsis que a muchos les resultará difícil de aceptar, porque las más de las veces sólo queremos ver en nosotros, la parte bonita, holliwoodense, hermosa y de buen impacto, esa donde somos héroes y cercanos a la perfección. ¿Y el otro lado? Todos tenemos nuestra "Falsedad" y el dibujo de Ruy Amp nos dice claramente que esa máscara y esa mano amputada también son "Partes de mí",
Me pongo una máscara frente a los demás,
para hablar cosas diferentes a las que pienso,
para demostrar sentimientos contrarios a los que tengo;
a veces yo mismo creo que soy lo que mi careta refleja.
Mi mano de aparente apretón franco, es una costumbre,
la acompaño con sonrisas que muchas veces no debieran estar.
Mi boca dice lo que mi mano apoya
y mi mano apoya las aberraciones que mi lengua suelta.
¡Tantas cosas digo y hago que no siento ni creo!
Pero los demás se ven contentos. ¿y lo están?
o sólo son un mal reflejo, una distorsión
de lo que les bulle dentro.
Alonso Marroquín Ibarra

Nada de lo que es humano, me es ajeno: Chobojo Master