
… cuánto pierdo si despertando no estás ahí
Las luces nuevas del día se mueren al matizar mi piel
mientras oscilo de la suspicacia al temor
mientras me cuelgo de la nostalgia
acompañado del hambre de imágenes remotas…
…cuánto pierdo si estás ahí
con la indiferencia rutinaria
esa ropa pegajosa que regala la costumbre
mientras tu sonrisa sigue fugada
y yo me trepo en el día que insiste en ser gris
Aquella mesa fisgona y testigo
de la primera conversación
vio tras nuestros labios nerviosos
la mutua curiosidad por descubrir quién estaba enfrente
y es dueña de los trazos de nuestra historia
guarda aquellos deseos íntimos e inmensos
que nos entregamos en un ritual sagrado
¡ya nos andaba por volar!
Así también las calles, los cafés, las plazas y parques,
con sus bancas secretas de alma de hierro,
los recovecos de los centros comerciales ¡esas tiendas alucinantes!
las sábanas contagiadas de nuestro humor
y las mañanas de flojera común multiplicada
se ponen de acuerdo y se cuentan sin prisa, poco a poco,
lo que saben de nosotros
Por los susurros diría que vaticinan,
porque la preparan, una historia total de nosotros…
…cuánto pierdo con tu silencio
sin tus caricias cuánto pierdo…
Cuánto pierdo si no estoy contigo
y si estoy contigo, cuánto pierdo
Alonso Marroquín Ibarra
año 2006 y corriendo