Siempre he creído que la democracia es incompleta.
Falta algo fundamental: Poder deshacernos de los políticos basura.
Sería altamente benéfico y útil para nuestro Querido México.
Una vez “ungidos”, no hay forma de quitarlos.
La ratificación o no en el cargo, podría ser un recurso para sacudírnoslos de encima. La constitución recoge que “la soberanía radica en el pueblo”. ¿Cómo ser libres y soberanos si no podemos deshacernos de esa escoria?
Ha sido la voluntad de la raza –más claridad no es posible–, que se vayan dos indeseables, verdaderos peligros para México (la lista completa es muy larga):
El gobernador del Estado de Puebla, el góber precioso, Mario Marín, descubierto a través de las grabaciones que se hicieron públicas, como apoyador de su turbio amigo turbio Kamel Nasif, quien "manejó sus piezas" para meter a la cárcel a Lydia Cacho, autora de Los demonios del Edén, una documentada y cuidadosa investigación sobre una red de pederastas.
El actual bondadoso y eficiente gobernador del Estado de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien ha logrado unir la voluntad ciudadana en una megamarcha, por el trato principesco que les ha dado a los maestros, donde decenas de miles de paisanos le manifiestan su repudio total y le solicitan que se largue.

El gobierno federal dice que en la mesa de negociaciones no está incluída la renuncia del gobernador –tampoco hay aumentos de sueldo, tampoco hay…
Si se siguiera la larga cadena de “apoyadores” de este tipo de gobernantes, y se aplicara la voluntad del pueblo, la limpia nos daría un mejor, infinitamente mejor, país. Mucho bien nos haría.
Por una democracia completa: Chobojo Master