A esa mujer la quiero
para agotar los manantiales
que brotan en nuestros cuerpos
trasponiendo las puertas del deseo
A esa mujer la quiero
para atesorar los cristales
de lo que fue propuesto
para bañarla de besos
y calentar los inviernos
A esa mujer la quiero
despertando un día nuevo
y que me encuentre a su lado
mientras nos vamos
llenando de movimiento
y emprendemos con fuerza
esa elaboración cuidadosa
de un tejido sin fin ni tiempo
A esa mujer la quiero
con el equilibrio en dos
para compartir los sonidos
y las fiestas increíbles de la vida
para romper las reglas
haciendo las nuestras a medida
con la sonrisa en altorrelieve
la meta alcanzada
y el premio recibido
Alonso Marroquín Ibarra