Carlos, simplemente se marchó. El tiempo se lo fue comiendo y desde ya, estará esperando al siguiente que se sume a la lista. Se sigue desgranando la mazorca, como dice un su primo hermano.
Y al arcano, todos vamos;
mas tarde o más temprano.
En Santa Lucía Cotzumalguapa, departamento de Escuintla, Guatemala, llenó los oídos de todos los lucianos, complaciendo las peticiones de los radioescuchas. Eran los tiempos buenos de Radio Marinalá, donde con su hermano Víctor Manuel, otro viajero que ya partió, armaron la programación que hacía vibrar la marimba al compás de los sones, resonaba la poesía y las palabras cantarinas llegaban a oídos receptivos. Ahí Carlos recibía llamadas y más llamadas, solicitando complacencias, envíos de saludos y felicitaciones.
Carlos Marroquín habló y hablo por mucho tiempo. Conoció los subibajas que el tiempo nos va regalando y cobrando: a veces, alegrías; otras, desgarres y roturas.
Va desde aquí, El Blog de los Chobojos, un reconocimiento para Carlos y como si estuviésemos en una de las viejas ceremonias de Antigua, imaginemos el suelo lleno de pino y escuchemos la marimba, cantemos y bailemos, para ir después por las calles acompañándolo a su ultima estancia.
En los lances de su vida,
unas malas y otras buenas,
estuvieron mil jugadas
pero bien valió la pena.
Y en el tramo recorrido
queriendo sacar el saldo
Carlos quedó tranquilo
quedando todo pagado.
Carlos, con cariño, y quedándome con tu recuerdo, tu primo hermano:
Alonso Marroquín Ibarra